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Taller IndustriAll Europe sobre el “Plan de acción de redes de la UE para una transición energética justa”.

El pasado día 12 de marzo de 2024, nuestro compañero Javier Manso, Responsable Estatal del Sector Energía de USO industria, participó activamente en el taller conjunto de IndustriAll Europe sobre el “Plan de acción de redes de la UE para una transición energética justa”.

Las redes de distribución eléctrica son fundamentales para la transición energética las políticas europeas y nacionales son cada vez más exigentes en lo que a descarbonización se refiere. En ese sentido, se constata cómo el borrador de revisión del PNIEC incorpora el aumento del grado de ambición de los objetivos europeos propiciado por el Plan Verde Europeo y por las diversas iniciativas derivadas de la crisis de precios energéticos y de las incertidumbres sobre la seguridad energética en el conjunto de la UE.

Ha llamado la atención concretamente el hecho de que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) estableció que había un gap de 8.000 millones de euros en el sector de la distribución eléctrica en España, lo que significa que, de aquí a 2030, debería haber una inversión de, unos 10.000 millones de euros más para poder alcanzar estos objetivos.

  • Digitalización de la Red: La digitalización de las redes eléctricas implica la integración de tecnologías avanzadas de comunicación, control y automatización para mejorar la supervisión y gestión de la infraestructura eléctrica. Esto incluye la implementación de sistemas de gestión de la demanda, medidores inteligentes, sensores y sistemas de monitorización en tiempo real.
  • Integración de Energías Renovables: Las inversiones se destinan a adaptar y ampliar la red eléctrica para integrar de manera eficiente la energía generada a partir de fuentes renovables, como la solar y la eólica. Esto implica la mejora de la capacidad de transporte y distribución de electricidad desde zonas de generación renovable hacia los centros de consumo.
  • Flexibilidad y Almacenamiento: Se invierte en tecnologías y dispositivos que permitan aumentar la flexibilidad de la red eléctrica, como sistemas de almacenamiento de energía, tanto a gran escala (baterías, sistemas de almacenamiento térmico, almacenamiento hidroeléctrico) como a pequeña escala (almacenamiento distribuido en hogares y empresas).
  • Redes Inteligentes (Smart Grids): Las inversiones se dirigen hacia el desarrollo de redes eléctricasinteligentes que puedan gestionar de manera eficiente la oferta y la demanda de electricidad en tiempo real. Esto implica la implementación de tecnologías de comunicación bidireccional entre los usuarios y la red, así como la automatización de procesos de control y gestión.
  • Resiliencia y Fiabilidad: Se realizan inversiones para fortalecer la resiliencia de la red eléctrica ante eventos climáticos extremos, desastres naturales y otros riesgos, mediante la mejora de la redundancia, la diversificación de fuentes de suministro y la implementación de sistemas de protección y recuperación rápida.
  • Eficiencia y Reducción de Pérdidas: Se implementan medidas para mejorar la eficiencia operativa de la red eléctrica, reduciendo las pérdidas de energía durante el transporte y la distribución. Esto puede incluir la renovación de infraestructuras obsoletas, la optimización de la operación de las redes y la detección y reducción de fraudes y pérdidas no técnicas.

En este contexto, los principales retos para las distribuidoras de electricidad, será seguir invirtiendo más, el nuevo periodo retributivo (2026-2031) y la actualización del PNIEC prevista para finales de junio, en la que se espera una mayor ambición.

Seguir invirtiendo es clave porque las redes de distribución eléctrica son fundamentales para la descarbonización, ya que integran la energía renovable a nivel de alta y media tensión, y también la generación distribuida, en baja, como es el autoconsumo o el vehículo eléctrico.

En resumen, las inversiones en la modernización de las redes eléctricas dentro de un PNIEC están destinadas a mejorar la infraestructura existente y adaptarla a los nuevos desafíos y oportunidades que surgen con la transición hacia un sistema energético más limpio, eficiente y sostenible.

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