El Sector Siderúrgico de USO Industria ha denunciado a través de una carta dirigida a Reyes Maroto, Ministra de Industria, Comercio y Turismo y Teresa Ribera, Ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico la preocupación ante la gran problemática que está azotando a las empresas industriales en general y a las electrointensivas en particular de este país, el incremento exponencial del precio de la luz y el gas.
Cada día grandes centros de producción como Asturiana de Zinc, Arcelor, Grupo Celsa, Ferroatlántica, Acerinox y un largo etc., anuncian la posibilidad de tener que parar sus producciones o incluso trasladar la producción a otros países de nuestro entorno buscando mejorar competitividad motivado por los altos costes energéticos que están sufriendo
Durante la pandemia por el COVID19, estos centros productivos estuvieron produciendo a un ritmo normal, sin incluir a sus plantillas en ERTE´s, por ser considerados sectores esenciales en primera instancia, pero fundamentalmente impulsados por la por responsabilidad social demandada por USO Industria.
En estos momentos, el coste de la energía está suponiendo un dramático escenario para todas ellas, ya que se van a ver obligadas a suspender su actividad fabril aun sabiendo que incurrirán en pérdidas. Hoy, por hoy, los costes industriales de producción se han triplicado como consecuencia de los costes energéticos.
La situación actual es insoportable para la ciudadanía y las empresas industriales y excepcionalmente las electrointensivas. “Las instituciones europeas deben dar una respuesta global y coordinada y propiciar cambios de carácter estructural. Y España debe contar con reservas estratégicas de gas; mejorar la capacidad de negociación de cara a los grandes suministradores; revisar los mercados de CO2 para reducir el impacto de la especulación y, en general, actuar sobre el marco regulatorio para poder intervenir sobre la volatilidad de los precios”, reivindica Raúl Montoya, secretario de Acción Sindical y Salud Laboral de FI-USO.
España debe contar con reservas estratégicas de gas y mejorar la capacidad de negociación de cara a los grandes suministradores, también revisar los mercados de CO2 para reducir el impacto de la especulación, y en general, actuar sobre el marco regulatorio para poder intervenir sobre la volatilidad de los precios.