Vidriería y Cristalería de Lamiaco (Vicrila) ha sido declarada en concurso voluntario de acreedores ante el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Bilbao. La noticia llega en la que podría ser la última fase del proceso de negociación que mantiene ARC desde hace meses para su adquisición y consiguiente vuelta al grupo francés. De hecho, recordemos que el cierre de la adquisición tiene entre sus factores decisivos recibir el visto bueno del ejecutivo vasco, accionista de Vicrila, y la negociación de la deuda de la compañía vizcaína, que supera los 50 M€. El concurso es, por tanto, un paso más, y condición de ARC, para poder disminuir la deuda de la fabricante de vidrio de mesa.
Vicrila atraviesa una delicada situación financiera que procede, en parte, de los desembolsos inversores que ha venido acometiendo en los últimos años, como la puesta en marcha de una planta de producción en México e importantes inversiones en su fábrica española. Según los términos dados a conocer dentro del proceso de adquisición, ARC, al que había estado vinculado hasta 2009, estaría interesada en invertir unos 10 M€ en Vicrila, que, a su vez, permitiría al grupo francés reforzar su posicionamiento en mercados europeos como el ibérico.
Vicrila finalizó el ejercicio 2015 con ventas netas de 30,69 M€ y registró un crecimiento en torno al 8% respecto al año anterior. El resultado de explotación de la compañía se saldó con 12,04 M€ negativos (-8,52 M en 2014), al tiempo que el resultado neto acumuló pérdidas de 26,88 M€ (-4,76 M en 2014).