USOC desde su presencia en CELSA a partir del 2013 en la empresa liderada por Francesc Rubiralta, la sección sindical ha intentado que la empresa cumpliera la legislación y el convenio, también ha luchado por la recuperación de los salarios perdidos.
Durante este tiempo se ha presentado innumerables denuncias ante los incumplimientos de la empresa en materia de prevención de riesgos laborales, del Estatuto de los Trabajadores y del propio convenio de empresa.
La reacción de la empresa se ha movido entre la persecución a los sindicalistas, como contratar detectives para espiar la vida privada de los delegados de USOC (asunto acreditado judicialmente), junto al flagrante incumplimiento de las leyes y del convenio colectivo de empresa.
A pesar de esta situación la empresa persiste en hacer caso omiso a los requerimientos y sanciones y si sigue sin aplicar las resoluciones de la Inspección de Trabajo, cuestión que ha llevado a imponer varias sanciones económicas a la empresa con multas que ascienden a 24.176 euros, pero estas sanciones son “cosquillas a un elefante” y la empresa de forma contumaz persiste en seguir incumpliendo los requerimientos en materias tan sensibles como la seguridad y salud , o los derechos sindicales, que se ha acompañado con una política intimidatoria hacia los trabajadores de forma individual, con sanciones y despidos de carácter disciplinario.
En las últimas elecciones sindicales USOC obtuvo la mayoría sindical, la empresa con la complicidad de otros sindicatos, esta intentando socavar este resultado que responde a la voluntad de los trabajadores y en vez de reconocer a los interlocutores mayoritarios y trabajar de forma franca en un dialogo para resolver los problemas del día a día, se les quiere puentear para eludir el cumplimiento de la legislación y el convenio.
En consecuencia la USOC denuncia esta política laboral plagada de incumplimientos y exige que se trabaje de otra forma para construir un espacio de negociación distinto al actual.