En la Federación de Industria de USO llevamos mucho tiempo mostrando nuestra preocupación por las decisiones que se están tomando desde el Gobierno. Hemos solicitado reuniones a las Ministra de Industria, de Transición Ecológica y también de Empleo, para explicarles con argumentos tangibles que las decisiones que están adoptando en Política Industrial son erróneas, y si no rectifican, tendrá consecuencias directas en el empleo, tal y como está sucediendo en el caso de la multinacional aluminera, Alcoa.
Primero acabaron con las nucleares, luego las centrales térmicas, posteriormente se firmó el acta de defunción de la minería del carbón, y ahora tras el anuncio de la futura Ley de Cambio Climático, vienen a por el sector de Automoción.
Para la FI-USO el conjunto del sector de automociónes estratégico para nuestra economía, suponiendo un 10% del PIB, un 18% de nuestras exportaciones, un 9% del empleo y un peso en la inversión en I+D+i de un 10%. Es importante poner en valor los 2,84 millones de unidades producidas en 2017, situando a nuestro país en 8º productor a nivel mundial y 2º a nivel europeo. En cuanto a vehículo industrial, España ocupa el primer puesto a nivel europeo.
El Gobierno anunció la semana pasada,la prohibición de la venta de vehículos de gasolina, diésel, de gas e híbridos a partir del 2040, en ese borrador de Ley de Cambio Climático.Este anuncio supone una nueva “puñalada” al sector de la automoción, ya de por sí afectado por la intensa campaña de desprestigio emprendida desde hace meses contra los vehículos diésel. Para FI-USO, no es de recibo que se anuncien ciertas medidas con fecha de caducidad, sin buscar alternativas y mucho menos desde la unilateralidad y sin el consenso previo de los agentes sociales.
Mucho se está hablando de la Industria 4.0, de la digitalización y más concretamente en el subsector de constructores del auto, de una política industrial que conduzca a la descarbonización del parque automovilístico, a favor de la fabricación de vehículos eléctricos, que se presuponen menos contaminantes.
Pero esa apuesta, sin dotación presupuestaria, sin el necesario consenso, y desde la improvisación y la incertidumbre que el Gobierno está poniendo de relieve, solo nos conducirá al fracaso.
Desde la Federación de Industria de USO no permitiremos que se siga demonizando al sector automovilístico, y seguiremos trabajando y manteniéndonos firmes en la defensa del sector que, a pesar de los continuos ataques del Gobierno, goza de buena saludy es un garante de estabilidad en el empleo.