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Protesta de trabajadores de Vestas en Madrid: denuncian precariedad laboral y riesgos para la salud

La tensión laboral en la planta de Vestas en Daimiel continúa escalando. E​l pasado viernes, alrededor de 200 trabajadores/as se desplaza​ron a las oficinas centrales de la multinacional danesa en Madrid en el marco de la segunda jornada de huelga de esta semana, llevando sus protestas directamente al corazón de la compañía.

La concentración se ha desarrollado frente a las instalaciones de Vestas en la calle Serrano Galvache, donde los manifestantes han exhibido pancartas con lemas como «Vestas y Fremap provocan enfermedad laboral» y «No más despidos, ¡Tú puedes ser el siguiente!», reflejando el malestar generalizado entre la plantilla.

Convocados por los sindicatos presentes en el comité de empresa ​(USO, CCOO, UGT, CGT y CSIF​) los trabajadores han llegado a la capital en cuatro autobuses organizados desde Daimiel. ​El seguimiento de la huelga entre el personal de producción​ alcanza el 70%.

Sin avances en la negociación

La empresa​ se niega a abrir una mesa de negociación y ni siquiera ha convocado la reunión trimestral de seguimiento con los representantes del comité, a pesar de que es un deber legal. ​Da la impresión que Vestas está echando un pulso y jugando con el cansancio y el daño económico a la plantilla​. Desde marzo, los trabajadores comenzaron con paros parciales, y en las últimas semanas han endurecido sus acciones con huelgas de 48 horas.

Este conflicto no es aislado. La fábrica de Daimiel, la segunda mayor en número de empleados en la provincia de Ciudad Real tras el complejo petroquímico de Repsol en Puertollano, no es la única planta de Vestas con problemas. En Alemania, los trabajadores mantuvieron una huelga parcial durante siete meses el año pasado, que finalmente se resolvió con avances favorables para la plantilla.

La salud laboral, eje de las reivindicaciones

La preocupación por las condiciones de salud y seguridad en el trabajo ocupa un lugar central en las demandas. En un manifiesto leído en la protesta, los sindicatos denunciaron que Vestas Daimiel es actualmente la planta con más requerimientos en materia de seguridad y salud laboral de toda Castilla-La Mancha, acumulando cientos de miles de euros en sanciones y varios casos de incapacitación laboral.

“La fabricación de palas eólicas implica el uso de productos peligrosos: sustancias tóxicas para la reproducción, disruptores endocrinos, mutágenos y cancerígenos”, ​advierten los ​sindicatos. Asimismo, alerta​n de un número “anormalmente elevado de abortos” entre las trabajadoras de la planta, una situación que exigen que la empresa aborde con seriedad. “No basta con decir ‘ya sabes dónde trabajas’, ni con poner EPIs. Queremos medidas colectivas de prevención”, han insistido.

En busca de soluciones

Con el objetivo de desbloquear el conflicto, el comité de empresa ha iniciado contactos con distintas autoridades. En los últimos días se han reunido con Nuria Chust Martínez, viceconsejera de Empleo, Diálogo Social y Seguridad y Salud Laboral de Castilla-La Mancha, y con David Broceño, subdelegado del Gobierno en Ciudad Real. Según la Junta, ya se han mantenido conversaciones con la dirección de la planta para estudiar la apertura de un proceso negociador.

Los trabajadores de Vestas han recalcado que, año tras año, su planta ha demostrado ser la más competitiva del grupo, que tiene presencia en países como Polonia, Italia, India, China y Brasil. Por eso, exigen que las inversiones se dirijan a mejorar las condiciones laborales, no a planificar despidos. “Queremos futuro, no despidos”, concluyeron entre cánticos y aplausos frente a las oficinas de la compañía en Madrid.

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