Los trabajadores necesitan un Gobierno amplio que estimule la economía y el empleo
Defensor acérrimo de la libertad sindical, «seriamente quebrantada en los últimos gobiernos en beneficio y con la complicidad de UGT y CCOO», el Secretario General de Unión Sindical Obrera (USO), Julio Salazar, reconoce que los sindicatos han ido «a la zaga de los tiempos» y que sin la regeneración democrática del marco sindical España no alcanzará la democracia plena.
¿Cuál es el problema de la Ley Orgánica de Libertad Sindical?
Se hizo en 1985 a imagen y semejanza de una determinada central, que aspiraba a ser la hegemónica en España. Lo que hizo fue poner unos listones para la representatividad sindical que, a su vez, daban derecho a tener participación en una serie de prerrogativas en la vida política, económica y social. También daba posibilidades a los sindicatos mal llamados mayoritarios en ámbitos de las Comunidades Autónomas. Se da la paradoja de que determinados sindicatos estén en la Organización Internacional de Trabajadores, representando a los trabajadores de toda España, cuando otros, teniendo mucha más representatividad, como es el caso de la USO, quedan fuera. Esto es propio de una república bananera, no de un País democrático, y mientras no haya Libertad Sindical plena, no habrá democracia plena en España.
¿Es necesaria la regeneración democrática del marco sindical?
Desde luego. Es necesaria y urgente, tanto para alcanzar una democracia plena como para afrontar los nuevos tiempos por parte del sindicalismo. El problema de los sindicatos es que siempre hemos ido a la zaga de los tiempos. Nos ha costado adelantarnos al devenir de los momentos coyunturales.
¿Considera que hay que derogar la reforma laboral?
Sí. No tanto derogarla como recuperar los derechos arrebatados, por un lado, y adecuar la legislación laboral a los nuevos tiempos, por otro. Para eso, el mejor camino no es la desregulación que se ha hecho, sino todo lo contrario. Necesitamos normas. El derecho del trabajo en España se ha fraguado a base de muchas décadas de sacrificios y acuerdos entre sindicatos y empresarios, también con la clase política. Todo eso no se puede echar por la borda. No podemos estar a las veleidades de la economía, y menos de esta economía especulativa que ha derivado en corrupción. Las reformas son muy necesarias.
¿Y cómo acabar con la precarización del empleo en España?
No es que no haya recursos. Nunca ha habido tantos recursos como ahora. Hacen falta que se destinen a inversión productiva para volver a poner en marcha la economía real, no la especulativa. De una vez por todas, hay que apretar las clavijas a las grandes empresas, que son las que acumulan las partes más importantes de los capitales y las que tienen la posibilidad de cambiar estas situaciones. Hay que poner ese capital sobre la mesa para contribuir a la reactivación económica.
¿Qué espera del 26-J?
Es preciso y apremiante que se Conforme un Gobierno amplio para poder dar solución a estos temas. Que de una vez por todas la política embride a la economía y se pongan en marcha políticas de estímulo económico, laboral y también salarial.
¿Tiene la USO un Gobierno ideal?
A nosotros no nos corresponde poner siglas. El Gobierno ideal es el más amplio posible. Y esa es la voluntad que expresaron los ciudadanos españoles en las elecciones del 26-D. Ahora es necesario el consenso y el acuerdo para la gobernabilidad de este país. Se acabaron las unilateralidades y los programas políticos que no se cumplen, y eso se logra con pactos entre una pluralidad política como la que tenemos actualmente. Bienvenida sea esa pluralidad. Para los trabajadores es mejor un Gobierno pluricolor que uno monocolor.
