Una vez más los trabajadores de Acerinox, han demostrado la capacidad de lucha y de reivindicación. Lo que empezó el 30 de noviembre del año pasado como una cosa normal, con la denuncia del II Convenio Colectivo, con el objetivo de negociar un nuevo Convenio en el que están puestas las lógicas expectativas de mejora de los salarios y las condiciones de trabajo, en consonancia con los buenos resultados obtenidos por la Empresa. El pasado 30 de abril, la empresa rebajó su propuesta y puso encima de la mesa planteamientos, que de llevarlos a cabo amenazarían tanto la continuidad de la planta, como los puestos de trabajo.
En Acerinox nadie les ha regalado nada, cada vez que se ha conseguido una mejora del Convenio Colectivo, ha costado, sangre, sudor y lágrimas y por supuesto la unidad y el respaldo de toda la plantilla. La última vez hace 15 años, en el año 2004, cuando el 9 de febrero se inició una huelga indefinida que duró 29 días, finalizando el 9 de marzo.
Acerinox SA, nació hace casi 50 años, y gracias al sacrificio, constancia y trabajo de miles de trabajadores trabajadoras, hoy en día Acerinox es el mayor fabricante a nivel mundial del Acero inoxidable, con fábrica en 4 continentes.
Por tanto, lo que pretendemos es que se lleve a cabo un reparto equitativo de los beneficios que la multinacional está obteniendo, por supuesto y como no podía ser de otra forma, garantizando la viabilidad y el futuro de la planta de Palmones, y por tanto la estabilidad en el empleo.
Ante el bloqueo que sufre la negociación del Convenio, la Sección Sindical de FI-USO y el pleno del Comité de empresa, reivindican:
1. Retomar las negociaciones manteniendo las posiciones que las partes expusieron el pasado 9 de abril, sin retrocesos ni amenazas.
2. Que Acerinox garantice las inversiones previstas (una nueva P6, ZM8, y con el programa de inversiones más inmediato)
3. Que retire la idea de hacer pruebas con bobinas negras traídas de Asia, que ha generado tanta intranquilidad en nuestra plantilla.
4.- El mantenimiento del poder adquisitivo y de las condiciones socio laborales durante la vigencia del Convenio Colectivo.
Si estas premisas no se cumplen, el Comité de Empresa entenderá que hay falta de voluntad por parte de la Empresa, y planteará un calendario progresivo de movilizaciones, sin descartar incluro el parto de la actividad productiva.