La plantilla al completo de la fábrica de SEG Automotive en Treto (Cantabria) ha secundado la huelga indefinida convocada, desde este lunes, por el comité de empresa tras fracasar la negociación del plan de reestructuración de la dirección que incluye el despido de 275 trabajadores, reducción del salarios y la externalización de servicios propios de la propia actividad.
Desde primera hora de la mañana, 300 personas, entre empleados, veteranos y simpatizantes de esta planta de producción de piezas de automoción, considerada uno de los motores económicos de la zona oriental de Cantabria, se encuentran en la puerta de la factoría, a la que han querido acceder sin éxito para mantener una «reunión informal» con el director de Producción de SEG para Europa, Iñaki Calvo; el gestor de la planta, Markus Littig, y el director de Recursos Humanos, Samuel González.
En la última reunión celebrada el 31 de marzo en el Orecla(Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales), la dirección propuso otro periodo de negociación de 15 días con el compromiso por parte del comité de otra tregua y el levantamiento de la huelga convocada, cuando el único compromiso por su parte era el de “paralizar de momento” las medidas previstas, manteniendo en vigor las ya tomadas.
Ante la negativa del Comité a paralizar la convocatoria de huelga, la empresa ha comunicado la apertura de un procedimiento de despido colectivo (ERE) y continuar con la actividad de la fábrica, con el fin de boicotear el derecho a la huelga de los trabajadores
«Los empleados van a luchar por sus puestos de trabajo hasta última hora y si no convocábamos esta huelga indefinida nos iban a comer», han manifestado los sindicatos. Además han añadido que si la empresa apuesta por la fábrica de Treto no tiene sentido que se quieran despedir casi al 40% de la plantilla.
El comité de empresa ha pedido a la dirección que si hay excedente de plantilla se establezca «una salida organizada», con acceso a la jubilación y bajas incentivadas voluntarias y si existen picos de producción, en vez de externalizar mano de obra, se contrate personal «con salario de entrada».
Mientras tanto, la plantilla de 750 trabajadores con una edad media de 49 años teme que la Gerencia de SEG Automotive con este plan de reestructuración quiera deslocalizar la producción de la fábrica cántabra a favor de otra planta ubicada en Hungría para «ahorrar costes».
En enero de 2018, la compañía china ZMJ culminó el proceso adquisición de la división mundial de motores de arranques y alternadores de la multinacional alemana Robert Bosch.
Desde ese momento se creó el grupo autónomo que opera con el nombre de SEG Automotive y que continúa con la fabricación de esas piezas de última generación relacionadas con el sector del automóvil.
