Después de la reunión de la FI-USO con la Mesa Negociadora del Convenio del Butano, la patronal ha demostrado mantener su postura en los diferentes puntos de las negociaciones.
Es el caso del porcentaje del incremento salarial, que se mantiene en un 3,6%, ya que la patronal afirma que les es imposible incrementarlo. Otro punto de discordancia es la decisión de la empresa de la contratación de un único repartidor de butano, a lo cual la plantilla se niega en rotundo. Aun así, se han comprometido a pagar a los empleados el total de los atrasos y llevar a cabo la regulación de los salarios.
Por todo ello, se ha convocado una asamblea para el próximo día 26 de junio con la intención de escuchar y considerar sus opiniones de cara a una posible huelga.
El día 2 de julio tendrá lugar la reunión con los empresarios. En la misma, se les transmitirán las propuestas y las consideraciones de la plantilla, cuya perspectiva es algo negativa teniendo en cuenta el descenso en la venta del butano debido al incremento de la competencia.