El pasado 23 de junio de 2020, el Gobierno español aprobó el Real Decreto-ley 23/2020, con medidas para impulsar las energías renovables y favorecer la reactivación económica, publicado en el BOE número 175, de fecha 24 de junio de 2020, páginas 43.879 a 43.927.
Analizando el Real Decreto-ley, se observa que promueve una nueva cultura económica basada en el paradigma de crecimiento económico e industrial, de forma sostenible, neutro en emisiones de CO2 y acorde al reto de combatir y remediar los efectos producidos por el Cambio Climático, el cual ya está desencadenando el inicio de una nueva crisis climática sin parangón en la historia moderna de la humanidad.
Desde la Federación de Industria de USO entendemos que se trata de un RD que puede permitir una dinamización de todos los sectores industriales, en particular del sector eléctrico y de la movilidad eléctrica facilitando la creación de empleo en ambos y en la industria subsidiaria. Máxime cuando estamos inmersos en la crisis económica derivada de la pandemia provocada por el COVID-19 que ha afectado a la industria en general y que ha producido la mayor caída en el PIB de España tras la gran depresión estadounidense y una enorme destrucción de empleo, en todos los sectores.
Y, sobre todo, lo más importante, mediante los “Convenios de Transición Justa”, con los que se está tratando de identificar y minimizar el impacto social asociado a la transición de una economía basada en la quema de combustibles fósiles para obtener Energía Primaria, hacia un nuevo modelo completamente renovable, neutro en emisiones de CO2, acorde a la política medioambiental europea y con el menor impacto social y local.
Carlos Padilla, Secretario de Transición Ecológica y Cambio Climático de FI-USO, declaró “vemos con buenos ojos esta nueva ley que puede permitir que la economía y la industria se recuperen más rápidamente y que sean limpias con el medio ambiente, sean sostenibles con el empleo y su distribución geográfica; y que puedan permitir la transición de una industria fósil a una sustituta, nueva, renovable y neutra con el medio ambiente, sin perjudicar zonas geográficas deprimidas o en las que esta transición pueda generar mayor desempleo y pobreza”.
Sin embargo, no debemos perder de vista otros sectores tradicionales que no están contemplados en este RD y que no pueden quedar “abandonados” en la apuesta política e industrial de este gobierno. “Desde FI-USO seguimos reivindicando a Gobierno y patronales una transición ordenada que contemple la complementariedad de todos los sectores industriales y que permita como objetivo principal el mantenimiento del empleo y las condiciones socio laborales de los trabajadores y trabajadoras” concluyó Padilla.
No obstante, será necesario observar el desarrollo normativo que acompañará a este Real Decreto-ley para conocer el grado de cumplimiento y su impacto final. Por ello, desde la FI-USO instamos a nuestro Gobierno a legislar con justicia, equidad y rapidez para conseguir que la recuperación económica de la crisis actual derivada del impacto del COVID-19 se produzca cuanto antes y que se avance hacia la economía neutra en emisiones de CO2 con paso firme, de forma justa y pactada con las representaciones sindicales, sin olvidar el impacto social en los trabajadores y en las zonas geográficas afectadas.
Animamos a todos los actores involucrados a presentar un frente común en defensa del empleo de calidad, local y acorde a las necesidades formativas requeridas por la evolución hacia una economía europea verde y libre de emisiones de CO2.