• La suspensión del impuesto a la generación no cubre siquiera la subida del precio en septiembre.
• La falta de una política energética seria a largo plazo no ayuda a afianzar a la gran industria en nuestro país.
Madrid, 22 de septiembre de 2018.- FI-USO entiende que las reformas presentadas esta semana para tratar de paliar la subida de la luz son “de alcance limitado”, analiza Jaime Marcos, responsable de Energía de la Federación de Industria de USO. “La medida más inmediata y que más se ha publicitado, la supresión temporal del impuesto del 7% a la generación, supondrá una rebaja para el consumidor final del 2,5% que llega al 5% en el caso de la industria. Sin tenemos en cuenta que solo en lo que llevamos de septiembre la factura de la luz ha experimentado un alza del 3%, tenemos que concluir que la medida piensa en la contención de la subida, pero la rebaja es inexistente”, continúa Marcos.
A pesar de que “la senda es positiva, este primer paso debe ir acompañado de un estudio pormenorizado y la reflexión sobre el sistema que tenemos ahora para crear un nuevo régimen coherente y que perdure en el tiempo. El mercado energético, que afecta al conjunto de la población y a todo el tejido industrial, no debe ser siempre objeto de cambios en función del gobierno de turno”, continúa el responsable de Energía de FI-USO. “En el caso de la gran industria, estos vaivenes resultan determinantes cuando una empresa plantea instaurarse en España o en otro país, o incluso cuando estudia inversiones a largo plazo para su continuidad aquí, con el peligro para los puestos de trabajo que eso conlleva”, expone Jaime Marcos.
Uno de los puntos que toca el proyecto del Gobierno es la firma de PPAs, pactos para consumo a precio estable a medio y largo plazo. “Desde FI-USO ya hemos hecho un estudio pormenorizado que la implantación de estos acuerdos puede traer tanto para la regulación del precio como para el aumento de la producción energética, ya que se fundamentan principalmente en cofinanciar las nuevas plantas, en su mayoría renovables, para luego garantizarse una producción a precio constante. Nos alegramos de que el Gobierno contemple estos planes, la pregunta es cuándo, porque ya estamos llegando tarde”, argumenta FI-USO. Además, “esperamos que la renovación del bono social y su ampliación a calefacción sirva para paliar la pobreza energética de 4,6 millones de personas en España. Nuestro país lleva desde 2014 por encima de la media europea en hogares pobres, que no pueden ni siquiera calentar sus casas en invierno”, concluye Jaime Marcos.