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El Papa Francisco recibe, en audiencia privada, a Joaquín Pérez, secretario general de USO.

En una audiencia privada con el secretario general, Joaquín Pérez, y con el secretario general de la Federación de Enseñanza, Antonio Amate, USO le ha trasladado los principales problemas laborales de España Roma,

El secretario general de USO, Joaquín Pérez, y el secretario general de FEUSO, Antonio Amate, han sido recibidos en audiencia privada por el papa Francisco.

En el encuentro, que ha durado casi una hora, Pérez le ha trasladado al sumo pontífice el agradecimiento de USO por la fuerte presencia en sus discursos del mundo del trabajo, con un férreo compromiso por la mejora de las condiciones de los trabajadores de todo el mundo y por una lucha constante por la justicia social.

En este sentido, el secretario general de USO ha compartido con Francisco la preocupante situación en España: “no se le escapaba que nuestro país tiene las peores cifras de paro y de paro juvenil de toda Europa. Además, afrontamos una involución en cuanto a salarios, con pérdida constante de poder adquisitivo por la fuerte inflación; con un crecimiento constante de los contratos parciales y con un aumento de la temporalidad real, aunque ahora se llame oficialmente de otra forma”.

Y, frente a “la falta de trabajo de valor y el desmantelamiento de la industria, carecemos de liderazgos políticos que pongan a la ciudadanía por encima de los intereses partidistas. Somos un país donde faltan los grandes acuerdos de Estado para resolver temas clave. Y, en esto, desde USO sí le pedimos que, en sus contactos al más alto nivel, trate de influir para mejorar la calidad de vida de todoslos españoles”.

Francisco ha agradecido la visita de USO y “nos ha pedido que no dejemos de ser libres como organización, que sigamos evitando cualquier tipo de presión”, relata Joaquín Pérez.

Y una petición especial, resalta el secretario general de USO, “que seamos sensibles y trabajemos de forma especial por los inmigrantes. Que es de justicia, que no pueden morir personas a metros de la costa y, además, llegan a una Europa que los necesita para paliar el problema de envejecimiento y despoblación”.

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