El comité de empresa de Vauste y la dirección de la empresa gijonesa han alcanzado un principio de acuerdo para el ERE propuesto por la empresa, en medio de un clima de amenazas y hostigamiento a la mayoría del comité de empresa. Tras cinco reuniones de negociaciones, los trabajadores han logrado el mantenimiento de 70 puestos de trabajo, y el despido de 60 trabajadores.
El ERE que había promovido la empresa implicaba el despido de hasta 80 trabajadores, y el mantenimiento de 50. Aunque en las negociaciones se ha ganado la continuidad de otros 20 puestos de trabajo, el sabor en el comité de empresa es agridulce: «vemos el preacuerdo con tristeza, pues, a pesar de todo, 60 de nuestros compañeros se van a la calle», comenta Javier Álvarez, presidente del comité de empresa y delegado por USO.
Ratificación por parte de los trabajadores
Los trabajadores han ratificado aprobar el principio de acuerdo por 75 votos a favor y solamente 9 en contra. Los 60 trabajadores serán indemnizados según lo que marca la ley en los casos de procesos concursales. «La preocupación aumenta porque para los trabajadores que quedan en la empresa no hay un plan sólido de futuro. También el porvenir del conjunto de la planta es incierto», añade Álvarez.
Desde USO se ofrece total solidaridad a los trabajadores despedidos y se afirma que se seguirá luchando, al igual que durante todo este tiempo.
Acoso y amenazas a los delegados sindicales y a sus familias
Los miembros de la mayoría del comité de empresa están siendo acosados y hostigados en los últimos días de negociaciones. En varias paredes anexas a los domicilios de los sindicalistas han aparecido pintadas con mensajes e insultos, con nombres y apellidos para los miembros de USO, CCOO y UGT. CSI, el otro sindicato presente en el comité, no ha formado parte del preacuerdo.
Además, la esposa de uno de los miembros del comité por CCOO, ya presente en el antiguo comité de Tenneco, ha sido hostigada en su centro de trabajo. Su coche ha aparecido con las ruedas pinchadas en el aparcamiento del colegio en el que trabaja. Tanto ahí como en el edificio de en frente han aparecido pintadas ofensivas para ella y su marido.
Desde USO, condenamos rotundamente estas prácticas y nos solidarizamos no solo con nuestros delegados, sino también con los compañeros de CCOO y UGT. Valoramos el duro trabajo que están teniendo que llevar a cabo en una compañía tóxica, donde el desgaste de su labor sindical se acrecienta con cada cambio de nombre y dueño.
Los afectados ya han presentado la pertinente denuncia ante la Policía Nacional.