La votación sobre el preacuerdo de convenio colectivo de Mercedes Benz alcanzado entre la minoría sindical encabezada por UGT y la dirección de la planta de Gasteiz reflejó la tremenda división existente en la plantilla del fabricante automovilístico aunque el resultado de la misma fue el respaldo del 53,5% del colectivo laboral de Gasteiz a un convenio cuyos puntos básicos son un incremento salarial del 1,8%, inferior al 2,5% del anterior pese a que la situación económica y de la factoría es mucho mejor, y el compromiso de incorporar con contrato indefinido a 1.000 trabajadores eventuales de los casi 2.000 actualmente presentes en una planta que emplea a unas 5.000 personas.
Pese al llamamiento a la no participación en la “consulta-farsa”, realizada por los sindicatos ELA y LAB, la gran mayoría de los trabajadores de Mercedes Benz Vitoria desoyeron el mismo y acudieron a las urnas. Un total de 4.189 personas de las 4.997 con derecho a voto, el 85%, expresaron su opinión sobre el preacuerdo respaldando la propuesta de la minoría sindical formada por UGT, Ekintza y PIM, y aceptada por la dirección.
El referido preacuerdo del convenio no cuenta con el apoyo de los sindicatos que tienen mayoría en el comité de empresa de Mercedes (ELA, LAB, CC.OO. y ESK).
Aunque el acuerdo ha salido adelante en las urnas, el elevado porcentaje de la plantilla que ha expresado su rechazo, -presumiblemente gran parte de los fijos-, obligará a los sindicatos defensores de la propuesta a reunirse hoy para estudiar los pasos a seguir porque se trataría de un convenio en minoría que los trabajadores tendrán que suscribir uno a uno. La consulta sobre el convenio se ha desarrollado entre las 22 horas del miércoles y las 17 horas de ayer para que pudieran participar trabajadores de todos los turnos.
Finalmente han sido 4.189 personas las que han votado, es decir el 85,29% de la plantilla. De ellos, el 53,5% ha dado su visto bueno al texto, 2.241 votos, frente al 45,45% que lo ha rechazado, 1.904. Otros 117 votos fueron blancos o nulos.
De esta manera, la plantilla de Mercedes ha respaldado, en principio, un convenio que tendrá vigencia hasta 2020 y que en el momento de la firma incluye una paga extraordinaria no consolidable de 350 euros a cada operario.
El texto también recoge que 1.000 trabajadores eventuales de la plantilla pasen a ser fijos: unos 500 el primer año y 125 por cada año de vigencia restante. Esto ha sido muy criticado por la mayoría sindical porque considera que estos trabajadores tendrían que ser fijos de plantilla desde ya porque son puestos de trabajo estructurales en una planta que va a batir todos su récords de producción este año con nada menos que unas 135.000 furgonetas Vito y monovolúmenes Clase V. Además se critica el aumento de flexibilidad pues se considera que se pierden ingresos por nocturnidad, novena hora etc.
El pasado mayo, la mayoría sindical en la planta de Mercedes destituyó al presidente del comité, Iñaki Andrés, de UGT, al estimar que no había otra salida para desbloquear la negociación del convenio, lo que ha provocado la existencia de dos bloques sindicales. ELA, CC.OO., LAB y ESK -que rechazan el convenio- tienen 14 de los 27 representantes del comité, mientras que UGT tiene 9 y es la primera fuerza sindical en la planta.