Las retribuciones arbitrarias y las contrataciones por debajo del nivel de responsabilidades que se exigen a cada empleado, entre otras dificultades profesionales, han llevado a los empleados de Indra a secundar un calendario de movilizaciones a pesar de la advertencia de la empresa de que “bajo la amenaza de paros no negociarían nada, según comunicaron en un SIMA previo a la huelga”, afirma Juan Luis Alarcón, secretario general de la Sección Sindical de USO en Indra.
En el centro de Aranjuez, el seguimiento de la huelga fue un éxito, alcanzando un porcentaje del 80% al 90% por parte de una plantilla que se dedica mayoritariamente a actividades de fabricación. En los centros de trabajo de Toledo y León, entre el 60% y el 70% de la plantilla secundó los paros. La dirección de Indra, por su parte, no se ha manifestado más que para indicar que está prohibido realizar movilizaciones en el interior de la empresa.
“Estos paros se valoran como los más importantes en años en Indra” anuncia Alarcón, “demuestran que cuando la dirección de Indra ha intentado perjudicar a sus profesionales, estos responden uniéndose a sus representantes legales defendiendo sus condiciones, su situación, su futuro y su centro de trabajo”.
El fin del calendario de paros está previsto para el próximo 5 de julio. Hasta entonces, los representantes sindicales se reunirán con la dirección de Indra, a la espera de una modificación de su postura en el día a día de la multinacional.