El comité dice ahora que Sniace convierte en «papel mojado» el plan que aprobó el Supremo

UGT, CC OO y SU reclaman por carta una reunión con Blas Mezquita tras las críticas de USO a las irregularidades en los contratos

MIGUEL ÁNGEL PÉREZ JORRÍN |DIARIO MONTAÑES  SANTANDER

29 agosto 2016

El pasado 8 de agosto el 95 % de los trabajadores de Sniace ya había confirmado su voluntad de volver a la fábrica con un contrato, según indicaba entonces el presidente del comité de empresa, Antonio Pérez Portilla (UGT). No se explicitaban especiales problemas en el proceso, aunque desde finales de julio, Justino Sánchez, el portavoz del sindicato USO, ya denunciaba en solitario el «chantaje» y el «incumplimiento» por parte de la compañía dirigida por Blas Mezquita del auto del Tribunal Supremo que homologa el acuerdo laboral suscrito. Ayer el panorama cambió. A través de su blog, UGT-Sniace divulgó una nota en la que cargaba (en su nombre y en el de CC OO y SUC) contra la empresa por incumplir el acuerdo laboral cuya aplicación hasta entonces no había cuestionado.

Sniace tiene graves dificultades para reabrir la fábrica el 1 de septiembre

Los tres sindicatos acusan ahora directamente a la dirección de Sniace de «convertir en papel mojado el acuerdo… y reescribirlo sin la participación de los trabajadores a los que el único papel que les queda es padecer las consecuencias».

La misiva enviada a Mezquita solicitando una reunión resume los incumplimientos:

– «Aún no se han iniciado los trámites para la jubilación de los trabajadores que se acogieron al contrato de relevo y que ya tienen la edad, por lo que todos los meses están perdiendo el 85% de su salario.

–Continúan sin realizarse los nuevos contratos de los que lo solicitaron por carecer de ingresos. Los que se firman, ya sean de 8 horas o con reducción, son eventuales. No se firman fijos como figura en el acuerdo.

–Los trabajadores que ya cumplen su jornada de 8 horas, no solo lo hacen con contrato eventual, sino que su salario tampoco se ajusta a la rebaja del porcentaje pactado. Han desaparecido los complementos de nómina recogidos en el acuerdo.

–La fecha de comienzo de aplicación del acuerdo debería haber sido la de la sentencia del Tribunal Supremo. Tras dos retrasos no pactados, ahora ni se sabe». La nota de los sindicatos también cuestiona aparentemente la anunciada fecha del 1 de septiembre para el reinicio de la producción en celulosa y, con ello, el contrato efectivo de la plantilla. «También parece haber perdido vigencia», se llega a decir.

Diversas fuentes técnicas ya adelantaron el jueves a El Diario, antes de que se conocieran estas nuevas dificultades organizativas y laborales, que la compañía tiene graves dificultades para cumplir ese compromiso y estimaron que la fecha más aproximada será a finales de septiembre.

Los tres sindicatos, que conforman la mayoría en el comité de empresa y que han liderado la negociación con la dirección, consideran ahora que la política de Sniace, ejecutada por el jefe de recursos humanos y exsindicalista de UGT, José Manuel Colio, ha convertido en «papel mojado» el acuerdo. Y recuerdan además que los trabajadores han cumplido su parte y asumido su responsabilidad, «aceptando el acuerdo y las formas de pago» y la empresa ha incumplido la suya, en la que se obligaba «a aplicar un contrato fijo, bajo la modalidad que le correspondiera al trabajador».

Esta reacción de UGT, CC OO y SUC se produce públicamente después de que USO criticara la contratación «sin que existan razones objetivas para ello al secretario del extinto comité, Antonio Pérez Portilla, y al representante del SUC, Mario Villar». Portilla, en su nombre y en el de Villar, se defendió ayer aduciendo que la dirección le había llamado a ocupar un puesto en su calidad de incluido en el colectivo de los 52 empleados prejubilables de Sniace, a los que ayer convocó igualmente a una asamblea. USO rechazó ayer esta explicación y reclamó a Portilla que «explicite la situación laboral de los 51 compañeros restantes que comparten exactamente sus circunstancias derivadas del acuerdo laboral pero que permanecen en sus casas».