El anteproyecto de la reforma de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, que ha aprobado el Consejo de Ministros, incluye cambios importantes en materia laboral y de igualdad.
Así, recoge la creación de una baja laboral para la regla que provoca dolores incapacitantes y un permiso retribuido para las embarazadas a partir de la semana 39 de gestación.
Además, con esta nueva ley, los centros educativos, centros vinculados a los servicios sociales y las prisiones estarán obligadas a garantizar productos higiénicos para la menstruación (compresas, tampones y copas).
El anteproyecto de ley debe pasar aun un arduo procedimiento hasta ser aprobado definitivamente. El documento pasará por los órganos consultivos: el CGPJ y el Consejo de Estado, para después volver al Consejo de Ministros y ser debatido en el Congreso, donde habrá de lograrse el consenso para aprobar la norma y ser ratificado en el Senado.
Las bajas requerirán de diagnóstico y control médicos. Los profesionales sanitarios serán los encargados de valorar si se trata o no de una situación de incapacidad derivada de una dismenorrea (que provoca dolores, vómitos, mareos, diarrea y sangrado abundante).
Para dar cobertura jurídica a esta nueva ley, se ha diseñado una incapacidad temporal que será asumida por el Estado desde el primer día sin necesidad de haber cotizado antes. La duración será, según el Ministerio de Igualdad, lo que necesite cada mujer.
Somos el primer país europeo que regula sobre esta cuestión, lo que ayudará a que los dolores de regla dejen de normalizarse y se traten con la importancia que merecen. La menstruación dejará de ser un tabú, algo que estigmatiza a las mujeres.
Desde FI-USO celebramos estas medidas porque suponen un importante avance para las mujeres y para la sociedad. Sin embargo, denunciamos que deben aprobarse cuanto antes otras medidas como la reducción del IVA de los productos menstruales.