POR UNA RECUPERACIÓN CON PLENO EMPLEO, JUSTO Y SOSTENIBLE
Este 7 de octubre se celebra la Jornada Mundial por el Trabajo Decente (JMTD), y USO quiere centrar sus reivindicaciones en avanzar hacia una recuperación con pleno empleo, justo y sostenible. La pandemia de la COVID-19 ha provocado una pérdida sin precedentes de empleos y medios de subsistencia para millones de trabajadores y trabajadoras en el mundo. Se estima que se han perdido el equivalente a 255 millones de puestos de trabajo a tiempo completo desde el inicio de la crisis y otros 130 millones de trabajos están en peligro en 2021.
A la pérdida de empleo hay que añadir el ataque a los derechos de las personas trabajadoras. La CSI ya reveló en su Índice Global de Derechos de 2021 que la pandemia había sido utilizada para restringir derechos en todo el mundo. Muchos gobiernos han desplegado toda una política antisindical contra los trabajadores y sus derechos fundamentales como el derecho de huelga, el derecho a formar o afiliarse a un sindicato o el mero derecho de reunión y libertad de expresión. USO considera estos ataques -tanto fuera como dentro de nuestro país- como inadmisibles, y hace un llamamiento aq la solidaridad internacional para con aquellos países cuyos derechos más básicos se encuentran cercenados.
USO, como miembro de la Confederación Sindical Internacional (CSI), se une a la campaña global por un Nuevo Contrato Social que sitúe la creación de empleo justo y sostenible en el centro. La CSI reclama la creación de 575 millones de puestos de trabajo y la formalización de, al menos, la mitad del empleo formal de aquí a 2030. Alcanzar estos objetivos es posible, lo único que se requiere es la actuación coordinada de los gobiernos con los sindicatos para adoptar políticas de empleo efectivas.
Para ello es imprescindible que el plan de empleo respectivo cuente con ciertos componentes clave como el fortalecimiento de las políticas industriales para apoyar a las industrias nacionales. Además de, por supuesto, inversión pública primordialmente en sectores productivos respetuosos con el medio ambiente, y sectores que beneficien directamente a las personas como, por ejemplo, el desarrollo de infraestructuras y cuidados. Es necesario que este tipo de empleo se cree de forma directa, hay que acabar con la subcontratación que tanto ha devaluado la calidad del empleo y los salarios. Sobre este último aspecto de la calidad del empleo, los gobiernos deben apostar por la creación de trabajos decentes con derechos y salarios dignos. La sustitución de la economía informal por la formal permite precisamente que los empleos cuenten con derechos, además de aportar ingresos a las arcas públicas a través de la cotización. Otro aspecto que se ha visto perjudicado con la pandemia y que debe reforzarse es la inversión en formación y desarrollo de competencias para ayudar a los trabajadores a adaptarse a nuevos puestos de trabajo.
En esta JMTD es de especial importancia subrayar la necesidad de crear empleos respetuosos con el clima. No podemos olvidar que el empleo decente no será posible en un planeta muerto con sus recursos esquilmados. El IPCC ya alertó sobre la situación de emergencia climática en la que nos encontramos, y los efectos son palpables actualmente con el aumento de las catástrofes naturales y los problemas en las cadenas de suministros derivados por la escasez de recursos. La buena noticia es que un cambio de modelo productivo hacia uno sostenible permitiría la creación de miles de puestos de trabajo. Algunas estimaciones apuntan a que sectores como el de la energía renovable podría emplear a más de 40 millones de personas para 2050 si se desarrolla plenamente su potencial. Esto sin contar los miles de trabajos que se podrían crear en sectores como el transporte público o la agricultura sostenible.
Este último aspecto y los anteriormente resaltados deben incluirse en la elaboración de los planes de creación de empleo. Una recuperación que en Europa se ha concretado a través del plan de recuperación –Next Generation EU-, centrado en la transición ecológica y digital. Del mismo modo, España ha elaborado su Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para avanzar en los objetivos marcados por la UE tras la pandemia. A esto, desde USO añadimos que los planes de recuperación deben estar condicionados a la creación de trabajo decente. Es también el momento de reclamar que no se obvie la voz de los trabajadores y sus interlocutores sociales –los sindicatos- en el diseño del futuro económico con estos instrumentos.
De esta manera los sindicatos europeos afiliados a la Confederación Europea de Sindicatos (CES), como es el caso de USO, reclaman una transición ecológica y digital justas. En concreto, en esta JMTD nos unimos con la CES para reclamar especialmente el respeto a los derechos de los trabajadores de plataformas digitales, que se ven privados de los derechos más básicos, al denegarse por parte de las empresas su condición de trabajadores asalariados. La digitalización puede conllevar muchos beneficios en materia de empleo siempre que este se haga bajo los parámetros del trabajo decente. En lo que respecta a España, la salida de la anterior crisis tuvo un coste social muy elevado y se saldó con una precarización del empleo a todos los niveles. La COVID-19 ha venido a empeorar esta situación, aunque parece que se ha logrado frenar de momento la aplicación de más recetas de austeridad. Sin embargo, buena parte de las generaciones más jóvenes aún no han conocido lo que es un empleo decente; muchos ni siquiera tienen acceso al empleo en general con una tasa de paro que ronda el 40% entre los menores de 25 años.
La temporalidad, la parcialidad, los bajos salarios… sitúan a los trabajadores y especialmente a las trabajadoras, en situaciones de cada vez mayor vulnerabilidad. Es imprescindible avanzar en una legislación en materia laboral que genere empleos decentes y se adapte a todas las particularidades del mercado laboral del siglo XXI. Es por ello que en la Jornada Mundial del Trabajo Decente de 2021 USO reclama que los gobiernos actúen en todos los niveles para liderar planes de empleo, y que estos sean justos y sostenibles.