USO alerta de que la industria en la comunidad, sobre todo la más tradicional, se encuentra en «peligro» y de que casi el 61% de los empleos de ocho de los «buques insignia» del sector en la región están «amenazados», por lo que insta al Gobierno de Cantabria y al Parlamento autonómico a ser «más proactivos» en la búsqueda de soluciones y a «anticiparse» con «actuaciones preventivas» que eviten que esto se agrave.
A juicio del sindicato, si no se toman medidas, la ya «dramática» situación del sector, principalmente, de la «gran industria», podría verse «empeorada en un futuro no muy lejano», a la vista de la situación en que, según ha advertido, se encuentran ocho de las principales empresas de la comunidad autónoma: Gerdau-Reinosa; Robert Bosch Treto: Sniace; Solvay; Bridgestone; Grupo Celsa; Ferroatlántica, y Columbia Cintas de Impresión.
Según ha advertido el sindicato, que ha asegurado que no quiere ser «alarmista», de los 3.791 empleos que generan entre estas ocho empresas, hay amenazados 2.309, un 60,9 por ciento del total.
Este es el escenario que han presentado este miércoles en rueda de prensa en Torrelavega responsables de la Federación de Industria de USO, entre ellos el secretario general de la misma, Pedro Ayllón; su homólogo en Cantabria, Agustín Herrera, y también los delegados de estas ocho empresas, en su mayoría multinacionales, en «serios problemas».
Llamamiento al Gobierno y al Parlamento
El sindicato, que ha llamado la atención sobre el empleo que generan en las industrias auxiliares estas grandes compañías -por cada empleo en estas multinacionales se generan otros cuatro en otras, señala-, ha pedido alGobierno regional su «intervención urgente y activa» para defender la industria con dificultades y también «acciones preventivas», todo ello para hacer que este tipo de multinacionales presentes en la comunidad queden «blindadas» y evitar deslocalizaciones.
«Hay que anticiparse a los problemas para evitar decisiones irreversibles«, afirma el sindicato, que ha instado a los representantes políticos de la región a que, en lugar de ir a las empresas a dar «el paseíllo» y a «hacerse la foto», como, a su juicio, ocurre «muchas veces», acudan a estas industrias a hablar con los sindicatos puesto que son -defiende- los que conocen la realidad de las mismas y lo que ocurre internamente para poder «anticiparse» a problemas.
Por su parte, el secretario de Acción Sindical de USO, José Vía, ha opinado que cuando una multinacional anuncia su decisión de cerrar, de marcharse o de recortar empleo «poco hay que hacer» ya, solo «gestionar el desastre». Por ello, ha animado al Parlamento regional y al Gobierno autonómico a ser «más proactivo» en «buscar soluciones» y no «en gestionar desastres».
En este sentido, el sindicato ha subrayado la necesidad de que el Parlamento regional convoque a los sindicatos «de manera inmediata» para «poner encima de la mesa» la realidad de estas principales industrias de la región.
Caso a caso
Según el escenario mostrado por el sindicato en esta comparecencia, y a la vista de «informaciones» facilitadas, según dice, por las direcciones de las empresas, hay tres en proceso de venta, que son Gerdau, lo que pone en riesgo los 670 empleos de la plantilla; Robert Bosch, con sus 870 trabajadores en la misma situación, y al igual que 42 de los trabajadores de plantilla de Solvay y 34 de sus contratas con el proceso de venta-cierre de la producción de cloro de esta empresa y la «seria amenaza» del futuro del carbonato en Europa.
Ya cerrada, y a la espera de su futuro y de si finalmente hay reapertura, está la planta de Sniace en Torrelavega, necesitada de ampliación e capital, de un plan industrial que, según USO, «a fecha de hoy no tiene», de un socio inversor y de una concrección en el cuándo podría ser la reapertura.
El resto de empresas que componen esta lista de ocho también se encuentran en dificultades, como, según asegura el sindicato, le ocurre a Bridgestone, con 40 empleos directos «amenazados» de un total de 402 y necesitada de una nueva línea de producto para la división de vehículos industriales.
Por su parte, USO explica que el Grupo Celsa se ve afectado por un «grave endeudamiento» por la devolución de un crédito bancario de 2.700 millones, lo que provoca necesidad de desinversión en activos. Para el sindicato, 60 de los 680 empleos del total de la plantilla están en riesgo.
Otro problema que, según el sindicato, afecta a esta empresa es la fuerte competencia del mercado chino. Este mismo problema, la competencia del mercado asiático, también afecta a Columbia Cintas de Impresión, en la que, a su juicio, peligran 20 de los 87 que hay en plantilla.
Además, en relación a esta última empresa, USO critica la «desastrosa gestión empresarial» que tiene y la «precarización» de las condiciones de los trabajadores -el 70% de ellos con alguna discapacidad-, con reducciones salariales del 17 por ciento por el paso del convenio químico al de centro especial de empleo.
Otro aspecto que está afectando a varias de las empresas, como el Grupo Celsa; Ferroatlántica, donde, según USO, peligran los 153 empleos que componen la plantilla; Solvay o Gerdau es el coste de la energía y su efecto que este aspecto tiene en su competitividad.
Mesa en defensa de la industria electro-intensiva
Precisamente, para hacer frente al problema del coste de la energía, la Federación de Industria de USO propone al Gobierno de Cantabria que lidere la constitución de una Mesa en Defensa de la Industria Electro-Intensiva del norte de España, en la que participen también los ejecutivos del País Vasco, Asturias y Galicia.
Concretamente, el sindicato plantea que sea el consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Francisco Martín, el que lidere esta Mesa y que junto a sus homólogos del resto de comunidades, elabore una propuesta conjunta dirigida al futuro Gobierno central, sea del color político que sea, para plantearle la «necesidad» de dar ya una solución al problema del coste de la energía.
Para USO, «sería muy bueno» que el Gobierno que saliera de las próximas Elecciones Generales del 20 de diciembre se encontrara con que cuatro comunidades que alojan importantes empresas electro intensivas para las que el coste de la energía representa cerca del 40% del de producción hayan sido capaces de elaborar una propuesta conjunta.