En el día de ayer, EFFAT (Federación Europea de Agricultura, Alimentación y Turismo) presentó por videoconferencia un proyecto sobre los nuevos modelos de financiación de las empresas.
A la presentación de este proyecto, denominado Proyecto de Financiación EFFAT, asistieron online más de 50 representantes de diferentes sindicatos europeos, acudiendo, en representación de USO industria, Enrique Saludas, secretario de Comunicación de la Federación y representante de ésta en EFFAT.
El proyecto se ha realizado juntamente con la asesoría Sindex, y recoge el sustancial cambio y evolución del antiguo modelo de financiación de las empresas, por el actual, donde a través de una liberalización de precios y mercados, han permitido la inversión directa de las empresas en los mercados financieros sin la participación de los bancos como antiguamente era preceptivo.
El actual modelo de financiación empresarial se nutre de los mercados y los argumentos financieros para dar mayor gobernanza a empresas y organizaciones, tanto a nivel nacional como internacional.
Los accionistas y los fondos de inversión se han convertido en otra gran fuente de financiación para las empresas, lo que ha llevado a que, en muchos casos, estos tengan en su mano la gobernanza de estas.
Esto ha llevado a una desconexión entre el salario y la productividad, utilizándose criterios de rentabilidad económica pura y dura para la toma de decisiones, situación en la que, en muchos casos para hacerlas más rentables, se procede a despidos de personal.
Paralelamente partidas presupuestarias que antes se destinaban a reforzar o invertir en la estructura de la empresa ahora se reparten en dividendos entre accionistas e inversores, lo que lleva a las empresas a perder activos estructurales y a que su gobernanza no esté en sus manos sino en las de los accionistas e inversores.
Por otra parte, la financiación ha aumentado en el sector de la alimentación en los últimos 20 años, principalmente por parte de grupos financieros franceses, que ven este sector una importante fuente de ingresos.
Para adaptarse a este cambio de formato, la parte social tiene que cambiar su estrategia y hablar directamente con los inversores y los accionistas, que son los que realmente tiene poder sobre ella y en su toma de decisiones.
En resumen, el sustancial cambio en el formato de financiación de las empresas, con una mayor importancia de los mercados financieros y los accionistas ha llevado a una desconexión entre la gerencia y la gobernanza de las empresas, lo que implica que la parte social debe cambiar su estrategia para adaptarse a este cambio financiero y estratégico.