Esta comunicación quiere poner en conocimiento de los medios de comunicación, de las administraciones y de la ciudadanía en general, la preocupación que genera en los Comités de Empresa de Nissan Motor Ibérica, S.A. de los centros de Zona Franca y Montcada la situación productiva actual y la incertidumbre ante el futuro industrial de ambas plantas.
La situación productiva en ambos centros de trabajo está a niveles no vistos desde hace muchos años, situándose en el 38% de la capacidad productiva de la Planta, debido a la evolución del mercado en los últimos modelos que se han fabricado en ambas factorías, la finalización de algunos de éstos, como el Nissan Pulsar, la NV200 Evalia, y próximamente, como todos los indicios indican, la NV200 de combustión.
Aparte de estas cuestiones, que se podrían considerar ajenas a la voluntad de la multinacional, la evolución de estos modelos es responsabilidad de la estrategia empresarial, ya que las inversiones en publicidad, o la decisión de primar modelos del mismo segmento fabricados en otras plantas de la Alianza (Nissan- Renault), son totalmente responsabilidad de la multinacional. El comportamiento de los mercados ha sido menos decisivo que todas estas cuestiones que han sido claramente perjudiciales para nuestras plantas.
Es evidente a nivel industrial, que los hechos (adjudicación y fabricación de nuevos modelos) delatan una política industrial hacia nuestras plantas basada en ignorar los activos de éstas y otorgar la fabricación de nuevos vehículos a otras plantas de la Alianza.
Y todo esto sin criterio alguno de competitividad, tal como se nos ha exigido a nosotros en la asignación de los últimos modelos otorgados a nuestras plantas, que lo han sido después de una serie de planes de competitividad en los cuales la plantilla ha tenido que asumir sacrificios, que nos decían que dotarían a los centros de las condiciones idóneas de competitividad, bien lejos de la lamentable situación que estamos soportando.
Todo ello nos ha llevado a la situación actual, en la cual tanto los compromisos de niveles productivos acordados con la multinacional, como de plantilla necesaria para realizar éstos, distan mucho de ser los establecidos en las diferentes negociaciones.
Ante esta situación, los Comités de Empresa de ambos centros exigen a la multinacional el cumplimiento de lo acordado, que asuma compromisos industriales (concretando la asignación y fabricación de nuevos modelos), saturando la capacidad productiva instalada, que efectúe las inversiones tecnológicas necesarias para mantener la competitividad de las plantas (hasta ahora solo ganada por el esfuerzo de la plantilla), y que planifique y ponga en marcha una renovación de la plantilla actual, con una edad media ya avanzada, acorde al esfuerzo realizado por ésta durante muchos años.