Delegados de la FI-USO provenientes de los centros de trabajo de Castellbisbal y Cerdanyola, por Barcelona, y de Asturias, se han reunido en el día de hoy con la Dirección del Grupo Celsa en la sede de USOC, en Barcelona. Reunión que contó con la presencia de Viçens Rocosa, (Responsable del Baix Llobregat de FI-USOC), Paco Ballesta (Secretario General de la FI-USOC) y Raúl Montoya (Secretario de Acción Sindical y Salud Laboral de la FI-USO).
La reunión se inició con la presentación por parte de la compañía, de la situación económica y financiera del Grupo Celsa. En ella, hicieron hincapié en la evolución negativa del sector de la construcción, en el decrecimiento de la demanda del acero corrugado, en las dificultades de exportación sobretodo en Argelia y Marruecos y en la feroz introducción del acero chino de bajo coste en el mercado europeo, para justificar una deuda de más de 2.500 millones de euros. Deuda, que según la compañía pretenden paliar con un plan estratégico 2016-2021 que ya ha sido aprobado por los sistemas financieros, y que entre sus “líneas maestras” contempla más sacrificios para los trabajadores y trabajadoras del Grupo.
Hay que recordar que los más de 3500 trabajadores y trabajadoras que componen el Grupo Celsa en España ya han asumido durante los últimos años reducciones salariales que oscilan entre el 6% y el 25%. Recortes que fueron pactados en el 2012 como muestra de responsabilidad de los delegados de FI-USO ante una situación coyuntural, bajo la premisa de una vigencia, el 31 de diciembre del 2016.
Ahora, cuanto toca que se restituyan los salarios, actualizando la pérdida del poder adquisitivo durante los últimos cuatro años, la Dirección de la Compañía, no sólo nos niega la posibilidad de cumplir dicho acuerdo, sino que en los diferentes procesos de negociación colectiva que ya están abiertos en los centros de trabajo, nos plantean la congelación salarial para la vigencia de los distintos Convenios Colectivos.
Tras un intenso debate, las conclusiones que se trasladaron de manera unánime a la Dirección del Grupo se pueden resumir en los siguientes puntos:
- Exigimos el cumplimiento del acuerdo negociado y pactado en 2012, que finalizaba en diciembre del 2016, y que establecía la restitución del porcentaje de salario que se había visto reducido como consecuencia de una situación puntual y transitoria.
- Exigimos que se aborden los distintos procesos de negociación colectiva, con la misma coherencia y responsabilidad que en todo momento han mostrado los delegados de la FI-USO.
- Exigimos una normalización de las relaciones laborales y sindicales con la compañía, para evitar que se produzcan situaciones tan denigrantes como las acontecidas en el último año en Celsa Barcelona.
- Exigimos que la representación sindical de la FI-USO tenga el trato y el reconocimiento que merece por parte de la compañía, evitando agravios y discriminaciones respecto de otras organizaciones sindicales.
En cualquier caso, valoramos de forma positiva que hayamos tenido este espacio de diálogo directo con la compañía, esperando que sea un punto de inflexión y un hábito recurrente de cara al futuro. El hecho de que se hayan incorporado nuevas personas a la Dirección de Recursos Humanos nos hace estar a la expectativa, confiando en que puedan cumplirse las reivindicaciones planteadas, que consideramos justas, además de necesarias.
Por otro lado, se aprovechó esta reunión para constituir la Coordinadora del Grupo Celsa, algo que los propios delegados llevaban solicitando más de dos años, dotando de este modo a los representantes de los diferentes centros de una estructura organizativa que pueda actuar de interlocutor válido con la compañía a nivel nacional, en el caso de que fuese necesario. Esta Coordinadora Sindical, será el preámbulo de la futura Sección Sindical Estatal del Grupo Celsa, y estará compuesta por 6 miembros, representando de manera proporcional, a todas las provincias que cuentan con representación sindical de la Federación de Industria de USO.