Los días 4 y 5 de noviembre, después de las asambleas informativas con los afiliados de las plantas de Arcelor en Avilés, Veriña y Aboño, se someterá a referéndum del total de la plantilla asturiana el preacuerdo para el convenio colectivo 2019-2021 al que han llegado USO, UGT, ACIAA y la representación empresarial. Este convenio regional comenzó a negociarse después de que se rompieran las negociaciones del Acuerdo Marco para toda la plantilla de Arcelor en España, y regirá al grueso de esta, 5.419 trabajadores, además de suponer la guía para futuras negociaciones del sector de las contratas.
El texto incluye una subida salarial del 0,5% en 2019 con carácter retroactivo, que se abonaría en una única paga en noviembre de en torno a 200 euros por trabajador. Además, el IPC real de este año se abonará en dos mitades: una en 2020 y otra en 2021. Para 2020 y 2021 se plantean subidas del IPC real + 0,5% y +1%, respectivamente. En cuanto a jornadas, se reducirá en 8 horas en 2020 y en otras ocho en 2021, para las jornadas normal y normal partida, además de compensar las jornadas a recuperar del sistema 3T5. También se compensará el fraccionamiento de las vacaciones.
En lo referente a plantilla, se compromete la conversión a indefinidos de 250 contratos eventuales, y se aplicará el contrato-relevo a 800 trabajadores, hasta los nacidos en 1961. Además, se remunerará a los eventuales con el 90% del salario durante el primer año de contratación.
“En estos años, la prioridad ha sido y va a seguir siendo mantener la actividad y afianzar el empleo estable. Sí tenía que haber una recuperación salarial, porque aún estábamos revirtiendo los recortes del peor arreón de la crisis, pero el grueso de reivindicaciones en materia de contratación e inversiones en las plantas está reflejado en este preacuerdo, decir lo contrario es un ejercicio de populismo y electoralismo”, considera Segismundo Lorenzana, secretario general de USO-Arcelor, quien llama a toda la afiliación a participar en el referéndum y dar el sí al preacuerdo, “muy similar al Acuerdo Marco que estuvimos negociando y que se rompió a última hora más por oportunismo que por razones objetivas. Hay que conocer la realidad de la industria pesada, el contexto actual del acero y de los costes energéticos”.
Estas inversiones suponen 150 millones de euros, que permitirán paliar la falta de competitividad que se está notando en los talleres de productos largos, como el alambrón de Veriña, y compensar el mal momento que vive el acero europeo a causa de la competencia externa. La votación se espera que sea muy ajustada, ya que los sindicatos del preacuerdo y los que harán un llamamiento al no tienen una relación de representatividad de en torno al 60-40.