El reloj corre en contra de Vicrila, pero hay margen para evitar el naufragio. En septiembre el grupo francés ARC anunció su interés en volver a hacerse con la fábrica de Lamiako, con más de 300 trabajadores, pero el tiempo pasa y la entrada en concurso de acreedores ha ampliado el abanico de posibles compradores. Al menos hay otras tres empresas interesadas en Vicrila, dos de ellas, al igual que ARC, de perfil industrial y ligadas al sector de la fabricación de vajillas y menaje de vidrio. Además, podría entrar en la puja un fondo de inversión, la opción que menos garantías ofrece a la plantilla.
Hasta ahora era el grupo francés ARC, que controló la histórica fábrica leiotarra hasta 2009, el único que había mostrado un interés real en rescatar la planta. Pero han aparecido nuevos protagonistas y el comité de empresa prefiere no cerrar puertas a ninguno de los tres candidatos de corte industrial. La administración concursal estuvo ayer reunida con los representantes de la plantilla y confirmó que la tardanza por parte de ARC en concretar su oferta ha dado pie a que otros tres inversores hayan puesto sus ojos en Lamiako. El administrador concursal, de quien depende ahora el proceso de venta, no aclaró los nombres de estos tres nuevos actores, pero sí avanzó que dos de ellos pertenecen al ramo y tendrían interés en continuar con la fabricación de copas y vasos de cristal como hasta ahora. El tercero es un fondo de inversión en principio ajeno al gremio, lo que enciende las alarmas sobre posibles proyectos especulativos. La semana pasada la plantilla transmitía su temor a que, si finalmente se va a la liquidación, la fábrica acabe en manos de un fondo buitre.
En total, cuatro posibles compradores sobrevuelan a día de hoy la centenaria Vicrila, lo que no significa que todos ellos vayan a llevar su apuesta hasta el final. El proceso concursal discurre por su fase inicial, por lo que aún habrá que esperar unos días, quizá un par de semanas, para saber realmente qué cartas están encima de la mesa. Aun así, si bien la situación financiera de Vicrila es delicada, el panorama no pinta mal del todo dado el número de firmas que han mostrado interés y que al menos tres de ellas tienen un perfil que, en principio, hace pensar que llegarían con vocación de continuar con la actividad.
Desde el Gobierno vasco, que cuenta con el 8% de las acciones, se recuerda que el futuro de la firma depende de la administración concursal, aunque se remarca que se hará todo lo posible por dejar Vicrila en manos del comprador que garantice el futuro del proyecto industrial y del empleo. La consejera de Industria, Arantxa Tapia, recibirá hoy lunes a primera hora de la mañana al comité de empresa en un encuentro que servirá básicamente para intercambiar impresiones a la espera de que ARC confirme los planes adelantados en septiembre y dé un paso al frente. El hecho es que los días pasan y la falta de noticias ha diluido algo la confianza en el grupo galo, que ha reunido esta semana a su dirección para abordar la posible adquisición pero no ha notificado decisión alguna.
El presidente del comité, Iñaki Icaza, de LSB-USO, deja la puerta abierta a otros compradores mientras ARC no ponga una oferta sobre la mesa. “Defenderemos al que nos presente algo serio. De momento nadie lo ha hecho. Si son los franceses bien, pero si los franceses plantean echar a gente y bajar sueldos pues apostaremos por otro”, dice Icaza.» El peor escenario, avisa sería llegar a mediados de diciembre sin una solución». Según ha trasladado el administrador concursal a los sindicatos, a mediados del mes que viene la situación económica pasaría a ser “insostenible”, por lo que Vicrila podría incluso tener que parar la actividad antes de navidades, lo que podría complicar mucho las cosas de cara a recuperar la normalidad más adelante.
De momento los trabajadores mantienen las movilizaciones y confían en poder cobrar la nómina de noviembre. Ya dan por perdida la de septiembre, mientras que en lo que respecta a octubre han recibido media paga correspondiente a los primeros días en concurso. Por otro lado, se ha puesto a la venta la fábrica de México, lo que podría ayudar a salir del bache a nivel de tesorería.