El Secretario de Acción Sindical y Salud Laboral de FI-USO, Raúl Montoya, ha mantenido una reunión en Avilés con las secciones sindicales de las tres industrias electrointensivas del Principado de Asturias para estudiar una posición común frente al sistema de subastas de interrumpibilidad eléctrica que se celebran anualmente.
La intención de USO es elaborar una propuesta alternativa para que la gran industria rebaje su factura energética sin depender del vaivén anual de las subastas. Para ello, Montoya espera mantener reuniones con todas las federaciones afectadas antes de septiembre, pues la subasta se prevé nuevamente en otoño.
La tarifa eléctrica es el gran caballo de batalla de las grandes industrias y una de las amenazas perennes para abandonar España por otro país que les proporcione mayor margen en los costes de producción. Alcoa, ArcelorMittal y Asturiana de Zinc (AZSA), todas con alguna planta en la Comarca de Avilés, son tres de las cuatro grandes consumidoras eléctricas de España.
El año pasado, AZSA y Arcelor obtuvieron uno de los paquetes de 90 Kw en la subasta, mientras que Alcoa se llevó 5: uno para Avilés, otro para A Coruña y tres para San Ciprián, en Lugo. La aluminera ha llegado a amenazar varios años con un ERE de extinción a sus trabajadores si no obtenía buenos resultados en la subasta, por lo que para los más de 1.000 empleados que mantiene en sus tres factorías, especialmente para los de A Coruña y Avilés, la subasta anual supone una preocupación directa por mantener sus puestos de trabajo. Además, las secciones apuntan que la renovación año a año de la tarifa impide inversiones a largo plazo en las instalaciones.