El destrozo generado por la crisis de 2008 manifestado en forma de pérdidas económicas, destrucción de empresas, incremento del paro y caída de la recaudación fiscal con el consiguiente recurso al endeudamiento, en especial en la legislatura de Patxi López, para mantener un gasto público creciente sigue pasando factura a las cuentas vascas pese al tercer año consecutivo de crecimiento del Producto Interior Bruto PIB por lo que el consejero de Hacienda y Economía del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu señaló ayer que desde el presente 2017 a 2019, los presupuestos del Gobierno vasco no permitirán margen para el crecimiento.
El consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, reconoció que tras el “revés” recaudatorio de las haciendas forales vascas el pasado año 2016, en el que no se logró el crecimiento, -un tanto optimista pues superaba ampliamente el del crecimiento del PIB del 3%-, de los ingresos fiscales previstos, “no hay mucho margen para el crecimiento” en los presupuestos vascos de 2017 y que la “senda de reducción del déficit público” hace que los márgenes para los dos próximos 2018 y 2019 también serán “particularmente” ajustados.
De hecho, en el Consejo Vasco de Finanzas de octubre de 2015 se estimó un crecimiento de los ingresos fiscales vascos en 2016 del 7% pero al final, y a la espera de los datos definitivos, el crecimiento ha sido del orden del 3,3%, una cifra claramente inferior cuando estamos hablando de una cifra total de unos 13.000 millones de euros. Sin dinero para grandes inversiones, el Gobierno vasco se centrará en defender las partidas de un gasto social creciente, santo y seña del actual Ejecutivo. Las cuentas de este año, según Azpiazu, responderán al doble objetivo de “garantizar la satisfacción de las necesidades básicas de las personas” y de actuar como “palanca del crecimiento y la creación de empleo”. Con ese fin, se pondrán en marcha medidas de apoyo a la competitividad, la internacionalización, la innovación y el empleo; se mantendrán los servicios públicos esenciales y se mantendrán las ayudas sociales y a la familia.
Pedro Azpiazu compareció en comisión parlamentaria en Gasteiz para exponer las líneas maestras de actuación del Gobierno vasco, en lo referente al departamento de Hacienda y Finanzas, durante esta legislatura y aprovechó la ocasión para hacer una referencia más concreta a una de las principales tareas que tiene actualmente entre manos, la elaboración del proyecto de Presupuestos de la Comunidad Autónoma Vasca para 2017.
El consejero vasco indicó que el citado proyecto de Presupuesto vasco estará disponible “dentro de un mes” de manera que el Ejecutivo liderado por el lehendakari, Iñigo Urkullu, pueda enviarlo al Parlamento Vasco.
Azpiazu reiteró una y otra vez que en las cuentas no habrá “mucho margen para el crecimiento” y que éste será también “particularmente ajustado” para 2018 y 2019 “como consecuencia de la propia senda de reducción del déficit público”.
Interpelado acerca de cuando se podrían recuperar unos presupuestos más expansivos y menos afectados por el gasto público y el pago de los intereses de la deuda, Azpiazu indicó que ve factible, si se mantiene un escenario estable, que en el año 2020 se podría dar un “pequeño punto de inflexión”. En todo caso, el consejero advirtió que los escenarios presupuestarios sobre los que se trabaja no se deben tomar como “cifras gravadas en roca” sino como “estimaciones” sometidas al entorno.
Un elemento a destacar respecto al Gobierno vasco actual a la hora de elaborar los Presupuestos es que configura un Ejecutivo de coalición PNV-PSE y que pese la relativamente cómoda mayoría parlamentaria de que dispone aún le falta un voto para la mayoría absoluta. De hecho, Pedro Azpiazu reconoció lo que implica formará parte de un gobierno en minoría y mostró su “predisposición” al diálogo y a la negociación con todos los grupos parlamentarios del Parlamento Vasco, con los que, afirmó, tiene previsto reunirse para dar cuenta de los contenidos básicos del proyecto de presupuestos y conocer sus respectivos planteamientos respecto a las cuentas para este ejercicio.
En relación al cierre del Ejercicio 2016, en el que según las previsiones del Consejo Vasco de Finanzas, se habrá recaudado unos 473 millones de euros menos de los previsto con el consiguiente efecto negativo en los números, el consejero vasco de Hacienda y Economía reconoció que efectivamente el margen de gasto público será “ajustado” tanto este ejercicio como en los dos siguientes, ya que el menor crecimiento, respecto a previsiones, de los ingresos fiscales ha provocado que el Gobierno vasco se acogiera al nuevo límite de déficit público del 0,7% para corregir la desviación. Preguntado sobre como se iba a mantener el gasto pese a una recaudación fiscal inferior a la contemplada en los pasados Presupuestos, Azpiazu, indicó que “¿si recurrimos a la deuda para corregir el error en las previsiones? Pues sí”.