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La huelga en la fábrica de Vestas en Daimiel paraliza la producción por segundo día consecutivo.

La huelga iniciada por los trabajadores de la planta de Vestas en Daimiel el jueves pasado ha provocado la paralización total de la producción de palas eólicas por segundo día consecutivo.

Según datos aportados por los sindicatos, el seguimiento entre los operarios de producción alcanza un 90 %, lo que refleja un respaldo mayoritario a la convocatoria.

El comité de empresa ha valorado positivamente el seguimiento de la huelga, y mientras tanto, los empleados en huelga mantienen su concentración a las puertas de la factoría —la segunda mayor de la provincia tras el complejo petroquímico de Repsol en Puertollano— y también han organizado una marcha de vehículos por las calles de Daimiel.

Reivindicaciones y tensiones crecientes

Los trabajadores reclaman mejoras sustanciales en las condiciones laborales, incluyendo la implementación de nuevas medidas de seguridad en el entorno de trabajo, un calendario más favorable, revisiones de categorías profesionales, incrementos salariales y el cese de despidos.

Durante la jornada del jueves se registraron los momentos más tensos, especialmente en el acceso del turno de tarde. Se produjeron enfrentamientos verbales e incluso un lanzamiento de huevos contra supervisores y operarios que intentaban acceder a la fábrica, protagonizada por los trabajadores/as concentrados en la entrada.

Paco Gómez del Pulgar, delegado de USO industria en Vestas, reconoció que el comité de huelga no logró contener la indignación de los trabajadores. “Tienen que ser conscientes de que hay mucha tensión”, afirmó.

Sin avances en la negociación

El comité de huelga ha reiterado su disposición a abrir una mesa de negociación con la empresa, instando a Vestas a iniciar un diálogo que permita alcanzar algún acuerdo y poner fin al conflicto, no obstante, hasta el momento, no ha habido ningún contacto ni acercamiento por parte de la dirección de la empresa.

Vestas defiende su política de seguridad

Mientras tanto, Vestas ha negado públicamente cualquier tipo de presión o coacción contra los trabajadores, reafirmando su compromiso “con la transparencia y el diálogo”.

En relación con una de las principales exigencias de los trabajadores/as (la mejora de la seguridad laboral), la empresa ha manifestado que la seguridad y la salud en el trabajo son “una prioridad máxima” para la compañía. Aseguran que todos los protocolos y medidas se aplican conforme a los requisitos legales, incluyendo el uso obligatorio de equipos de protección individual. Evidentemente, si las cosas fueran así no tendrían a su plantilla en pie de guerra a las puertas de la fábrica….

Desde USO industria apoyamos totalmente las peticiones de la plantilla, y más tratándose de un tema que afecta directamente a su salud, aparte de la necesidad de abordar otros temas que también hay que solucionar para poder llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes.

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