Decir que el anuncio de la decisión adoptada por Naturgy sobre proceder a la escisión de los negocios en dos compañías distintas nos sorprendió en un primer momento es cierto, aunque desgraciadamente no cabía esperar nada muy distinto.
Hace apenas 7 meses manifestábamos nuestra preocupación por la OPA de IFM sobre NATURGY y las posibles consecuencias que podría tener que 3 fondos de inversión controlaran la compañía, neutralizando la inversión creciente de Criteria y su apuesta por la viabilidad y continuidad de Naturgy, con decisiones como trocear la compañía para venderla y obtener esos suculentos beneficios que se están repartiendo en forma de sueldos, rentabilidad y dividendos.
Lo malo es que en cada paso hacia ese objetivo, se está comprometiendo el empleo actual y futuro. La plantilla de Naturgy se ha reducido un 50% en los últimos 3 años lo que unido a la externalización de trabajos (Empresas LEAN) y el reciente Plan de Bajas (900 salidas), están dejando a la compañía convertida en una pyme …
Como ya ha trasladado la Sección Sindical de USO en Naturgy, sindicato mayoritario en el Grupo, los trabajadores no valoran positivamente la división del Grupo en tanto no beneficiara al mantenimiento del empleo ni al desarrollo profesional de sus trabajadores. A ello, se suma que la negociación del III Convenio Colectivo del Grupo, como han venido denunciando, está ralentizada por la Dirección desde hace más de año y medio que se constituyó la Mesa Negociadora.
Es evidente que el Sector energético enfrenta el gran reto de la transición ecológica, con una gobernanza que se olvida de velar por los principios elementales acordados en la Organización Internacional del Trabajo entre gobiernos, empresarios y sindicatos del mundo, sobre Transición Justa, concluyendo que la transición energética se basa en una transición justa donde no puede dejarse atrás ni a los empleados ni a la sociedad y las acciones realizadas por una empresa que manifiesta su compromiso con dicha transición debe ser coherentes.
Por tanto, se debería velar porque la puesta en marcha de nuevas iniciativas sean acordes al espíritu de garantizar una transición equitativa y socialmente justa, por controlar una regulación justa de precios a favor del bienestar social y del mantenimiento de la industria, y no solo preocuparse de recaudar, sin importarles ni a unos ni a otros, el impacto en el empleo y la precarización de las condiciones laborales en un sector que presta un servicio esencial para la sociedad y el crecimiento económico del país.
El Sector de la Energía de Industria USO, vuelve a requerir al Ministerio de Transición Ecológica una reunión para abordar las consecuencias de la división del Grupo Naturgy, donde USO es el sindicato mayoritario.