Más de 500 personas han pedido a las puertas del Congreso que se tomen ya decisiones sobre el futuro de las plantas de Alcoa en Avilés y A Coruña, que continúan con todos sus empleos en el aire a 30 de junio. Tres autobuses han llegado desde Avilés, y varios desde A Coruña y San Ciprián, en Lugo, cuyos trabajadores también se han unido a la protesta por el cierre de las otras dos fábricas.
USO se ha volcado con los trabajadores, con el secretario general, Joaquín Pérez, a la cabeza; la Comisión Ejecutiva Confederal; el secretario general de la Federación de Industria, Pedro Ayllón; y el de la Federación de Trabajadores de Seguridad Privada, Basilio A. Febles; la secretaria general de USO-Madrid, Concepción Iniesta; y las federaciones de Industria de Asturias, Cantabria y Madrid, además de representantes de todas las Uniones presentes en el 43º CIFC de USO.
“Garantizar el futuro del empleo es una cuestión de voluntad política. Ya ha pasado la mitad del plazo peleado por los trabajadores el 15 de enero y ahora quien tiene que estar haciendo los deberes está pensando en las elecciones. Tanto el Gobierno como los grupos parlamentarios tienen que dejar de pensar en tanto fichaje mediático para su campaña y cumplir con sus obligaciones, con los ciudadanos. El 30 de junio hay 700 familias en la calle, tal y como estaban en octubre, no se avanza”, denuncia Joaquín Pérez, secretario general de USO.
El secretario general de la Federación de Industria de USO, Pedro Ayllón, urge al Gobierno a aceptar “las enmiendas que les hemos propuesto sobre el proyecto de Estatuto de Electrointensivas. El borrador, tal y como lo han presentado, es únicamente una declaración de intenciones que no cambia el marco regulatorio de la energía. Mientras no se cree la figura del consumidor hiperelectrointensivo y se ajusten peajes y CO2, no llegaremos a un precio óptimo de la energía de unos 35 euros por MW que garantice el futuro industrial de Alcoa, lo más urgente, y del resto de grandes empresas consumidoras del país”.
Reuniones con los grupos
Mientras recibían el apoyo a las puertas del Congreso, los representantes de los comités de empresa se reunieron con el secretario general de Industria, Raül Blanco; con la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, y con los grupos parlamentarios de Ciudadanos, PSOE, PP y Foro Asturias. En esos encuentros, “hemos recibido buenas palabras de todos, desde ‘esto va más allá de un problema de una industria, es un problema de Estado’ a ‘tenemos que estar unidos todos en la búsqueda de una solución no solo para Alcoa, sino para toda la industria electrointensiva’. Sin embargo, la realidad es que firmamos un acuerdo el 15 de enero en el que le dimos tiempo al Gobierno para buscar soluciones, pero hoy estamos mucho peor: con dos meses y medio menos de tiempo para trabajar y ninguna alternativa real sobre la mesa a partir del 1 de julio”, lamenta Alberto Grijalbo, secretario general de USO-Alcoa y secretario del comité de Alcoa en Avilés.
“Al secretario general de Industria le hemos trasladado la insuficiencia del borrador que han sacado del Estatuto, hemos sido muy claros y en ese sentido se han realizado numerosas alegaciones que esperamos que tengan en cuenta, ya que, de no realizar ningún cambio, ese Estatuto no será suficiente para que Alcoa sea atractiva para los posibles inversores”, concluye Grijalbo.
“En lo único que hemos visto hechos es en el respaldo que hemos recibido por parte de nuestros compañeros de USO: quienes han venido en los autobuses desde Asturias con el resto de la plantilla, los que se han desplazado desde Cantabria para estar a nuestro lado, y todos los compañeros de USO-Madrid, Confederación y federaciones estatales que nos han acompañado, hasta el punto de haber hecho un hueco en las ponencias del CIFC para que todos los participantes estuvieran en el Congreso. Los trabajadores de Alcoa no podemos tener las suficientes palabras de agradecimiento para ellos”, remata Alberto Grijalbo.